Marketing de Experiencia en 16 pasos
El marketing de experiencia es una estrategia que busca que una marca, producto o servicio genere una experiencia que despierte emociones en el consumidor y deje una impronta en su memoria. Es una práctica que se está usando cada vez más para estimular y hacer crecer el vínculo afectivo del cliente con las marcas.
Las ejecuciones son muy variadas, aunque presentan ciertos elementos comunes: son creativas, usan el efecto sorpresa y buscan la participación del cliente como “prosumidor”, es decir, como productor de la propia experiencia, así sea como observador o como actor de la iniciativa.
Crear una experiencia en 16 pasos:
- Profundiza en el conocimiento del cliente objetivo e identifica las necesidades internas que se van a atender, ej: logro, confianza, nostalgia, escape, reconocimiento, renovación, aprendizaje y relajación
- Diseña acciones que logren la satisfacción de esas necesidades psicológicas del cliente
- Piensa en la “experiencia” que va a vivir el cliente y no en la que desea transmitir la marca
- Identifica qué cosas mueven al cliente a participar, el reto, la expectativa, la auto-percepción o la validación del grupo
- Define parámetros que indiquen el principio, el propósito y el fin de la experiencia
- Planifica los detalles de la experiencia: lugar, duración, participantes, presentación, reglas, precio, grupos referentes, novedad y vigencia
- Genera un “evento” que sea memorable para el cliente y que pueda contar a otros
- Despierta emociones a través del placer, el disfrute, la sorpresa o lo inesperado, la sensación de nuevo, el sentido de logro o el deseo de repetición
- Comunica la experiencia en forma personal, cercana e invita a la acción del participante
- Presenta claramente los incentivos y la promesa de la participación
- Recuerda que mientras más alta sea la participación del cliente, mayor será su percepción de satisfacción
- Maneja la anticipación o la sorpresa en la experiencia, para conectar las expectativas del cliente con la experiencia real
- Monitorea constantemente la experiencia, busca feedbacks y aprendizajes, y adáptalos a la experiencia si es pertinente
- Haz que la experiencia, facilite en el participante un cambio en: habilidades, actitud, disposición hacia o emociones
- Deja una memoria, una “huella” en el cliente que sea perdurable por un tiempo
- Construye lealtad invitando al cliente a revivir la experiencia, compartirla o repetirla
El Marketing de Experiencias, por último, es una metodología que centra sus acciones en provocar emociones e ir a los sentimientos de los consumidores, de una forma que los movilice a conectarse y sentirse unidos a la marca. Múltiples estudios y disciplinas como el neuromarketing, ya han profundizado en la vinculación que existe entre la disposición de compra, la emoción, el bienestar y el acto de comprar o decidir quedarse con una marca, ser leal a ella y elegirla muchas veces. De manera que este proceso debe utilizar tácticas y enfoques innovadores si realmente queremos que el consumidor – que ya no es pasivo – sea protagonista y viva nuestra experiencia de marca como algo diferente y memorable.
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